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martes, 2 de marzo de 2021

EL TEATRO DE POSGUERRA

 

TEATRO DE POSGUERRA (TL21)    

 

1.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 40

2.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 50

3.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 60

 

0.     INTRODUCCIÓN

El impacto de la Guerra Civil sobre el teatro fue tremendo. A la muerte y exilio de autores, directores y actores, habría que añadir las presiones comerciales y, sobre todo, ideológicas realizadas a través de la censura. Todo ello explica la pobreza que, en todos sus aspectos, afecta al teatro desde 1939.

 

1.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 40

El teatro en la década de los cuarenta está condicionado por varias circunstancias:

- El asesinato de Lorca, la muerte de Valle-Inclán y Unamuno, y el exilio de Jacinto Grau, Rafael Alberti, Max Aub o Alejandro Casona, lo que supone dejar a los nuevos autores sin figuras de referencia capaces de impulsar un teatro innovador.

- El férreo control de la censura franquista sobre la creación escénica.

Como consecuencia, el teatro de la primera posguerra tiene preferencia por la comedia y un carácter evasivo o escapista.

El teatro en los años 40 es poco interesante. Es un teatro condicionado por la sociedad burguesa del momento, dirigido a su ideología. Representa una realidad falsificada, formalmente es viejo y evita lo experimental. Las dos líneas dramáticas que sobresalen son la comedia burguesa (Benavente, Luca de Tena, Calvo Sotelo…) y el teatro de humor (Jardiel Poncela y Miguel Mihura).

La comedia burguesa –evolución de la alta comedia de Benavente- se caracteriza por la perfecta construcción de las obras y por su intrascendencia, con dosis de humor y ternura. Sobresale el tema del amor para exaltar la familia, el matrimonio, el hogar, etc.

El teatro de humor es quizás lo más interesante de la época. Enrique Jardiel Poncela creará un teatro basado en lo inverosímil. En los diálogos se mezcla el humor verbal (a base de chistes) y el de situación (caracterizado por lo disparatado). Obras destacadas de Jardiel son Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Un marido de ida y vuelta, etc.

Miguel Mihura, autor de Tres sombreros de copa, crea también un humor cercano al absurdo, y se burla de los hábitos burgueses y provincianos.

 

2.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 50

 

El estreno en 1949 de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo marcó un cambio en el teatro español. Con esta obra nació el drama realista, en el que, a partir de un contexto, un argumento y unos personajes identificables se intentaba hablar de la realidad desde el escenario.

Este tipo de drama se consolidó con Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. A ellos se unió un grupo de dramaturgos con idénticas intenciones: José Martín Recuerda, Lauro Olmo… Sus temas abordan problemas de obreros, estudiantes, etc., poniendo de relieve las desigualdades sociales y la falta de humanidad. Muchas piezas nunca llegaron al escenario, por lo que puede hablarse de un teatro soterrado.

En este panorama que hemos esbozado, está claro que el dramaturgo de mayor interés es Antonio Buero Vallejo. El género adoptado por este autor es la tragedia. Con ella se pretende que el espectador se conmueva ante lo representado y se sienta impulsado a luchar por su propio destino (catarsis). Para el espectador, el teatro de Buero es doblemente problemático porque le muestra los problemas, pero le plantea también el problema de cómo resolverlos, porque no le ofrece soluciones.

En relación a la técnica teatral, es preciso referirse a los llamados efectos de inmersión: en algunos momentos, el autor trata de hacer partícipe al espectador de lo que ve en escena. Así, si los personajes son ciegos ( En la ardiente oscuridad) o sordos (El sueño de la razón)el escenario se oscurece o no se oye hablar a los actores, para que el espectador experimente las mismas limitaciones de los personajes.

 

3.     EL TEATRO DE LOS AÑOS 60 

Avanzada la década de los 60 surge un movimiento de renovación caracterizado por un acercamiento al teatro extranjero, a las corrientes renovadoras que durante el siglo se habían producido: el teatro épico de Bertolt Brecht, el teatro underground, el teatro del absurdo, etc.

Las experiencias más interesantes surgen de los grupos del teatro independiente, colectivos cuya actividad teatral se desarrolla al margen de los circuitos comerciales establecidos. Las principales características de estos grupos son: La creación colectiva de la obra, en la que la improvisación desempeña un papel importante; la mayor importancia otorgada a los aspectos no textuales: expresión corporal, danza, música, luces…; el enfoque crítico en los temas tratados y la ruptura de las convenciones escénicas, buscando siempre la manera de que el espectador participe (un ejemplo sería trasladar el escenario al patio de butacas).

Los grupos más destacados fueron Els Joglars, Tábano, Los Goliardos, TEI (TeatroExperimental Independiente), Els Comediants, Dagoll Dagom, La Fura dels Baus… Durante la transición, la mayoría de estos grupos fueron desapareciendo, reconvirtiéndose en teatros estables.

En cuanto a los autores individuales de este período, se han enfrentado con más obstáculos que los representantes del realismo social. En primer lugar, porque siguieron siendo fuertemente críticos; en segundo lugar, porque sus novedades estéticas no fueron comprendidas ni aceptadas por el público. De ahí que podamos hablar nuevamente de un teatro soterrado, como en la generación anterior. Con todo, los autores más destacados son Fernando Arrabal, creador del “teatro pánico” (El cementerio de automóviles) y Francisco Nieva (Pelo de tormenta).

Finalmente, mencionar que en los años de la transición democrática (1975-1985) los cambios producidos afectaron especialmente al mundo teatral, siendo uno de los acontecimientos más relevantes el surgimiento de un teatro neorrealista. Esta corriente se caracteriza por el realismo, ya que tanto los personajes como las situaciones están próximas a lo contemporáneo; por el interés hacia los personajes no integrados (delincuentes, drogadictos…) y por la utilización del humor. La obra más representativa es ¡Ay, Carmela! De Sanchis Sinisterra.