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martes, 14 de junio de 2011

La poesía del siglo XVIII y XIX

       LA LÍRICA EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX
1. LA POESÍA EN EL SIGLO XVIII


La poesía de siglo XVIII se caracteriza  por su complejidad y variedad; por ello, habría que dividir cronológicamente las diferentes corrientes y generaciones que surgen a lo largo de toda la centuria, ya que sus ideales van cambiando.
1.   POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO
Son poetas pertenecientes al reinado de Felipe V (1700-1746), que se corresponden con la transición del barroco al racionalismo.
Se caracterizan por presentar actitudes contrapuestas y oscilantes entre la pervivencia del gusto barroco y la aparición de una nueva estética. Su punto de arranque es la poesía del Siglo de Oto, cuyos metros y temas siguen cultivándose, con actitudes y sensibilidades barrocas. Quevedo y Góngora son las pautas de esta poesía conceptista y culterana. Es una poesía grandilocuente, repetitiva, en la que se fosilizan las exageraciones vacías.
Autores: Eugenio Gerardo Lobo, Ignacio de Luzán

2.   POETAS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII
Son autores que escriben en torno a 1750, durante los reinados de Fernando VI (1746-1759) y el comienzo de Carlos III (1759-1788) y suponen el paso de la poesía posbarroca al rococó.
Durante algún tiempo perdurará la admiración hacia la poesía gongorina y su sensibilidad e ideales se irán amoldando para dar paso a la estética rococó. Esta poesía rococó es una poesía de tono menor caracterizada por un léxico cortesano, refinado, a veces arcaizante, inclinado a la presentación de objetos decorativos. Los metros son cortos y de ritmo marcado. La sintaxis es lineal, sin interrupciones. Aparece una mitología reducida, es decir, íntimas escenas o menciones a Venus, Cupido y Baco. Los temas preferidos de esta poesía son el amor y la belleza femenina. Predomina lo aparentemente ingenuo, un blando patetismo, una encantadora insignificancia, un tono de exquisitez y gracia… Íntimamente vinculada a lo bucólico y lo anacreóntico.
Autores: Conde de Torrepalma, José Antonio Porcel…

3.   POETAS ILUSTRADOS
Son autores que desarrollan su actividad desde 1770 hasta 1788. El reinado de Carlos IV supone el crepúsculo de la Ilustración.
Confluyen dos maneras de concebir la creación poética:
·                          Una lírica sencilla, de tono menor, que procede de la suavización las formas gongorinas y que se puede encuadrar en el gusto rococó. Se centra en el cultivo de la Anacreóntica.
·                          Una poesía con pretensiones, elevada y solemne, discursiva y enfática que pretende plasmar los ideales del siglo. La poesía instrumento de verdad de bien y de patriotismo.
Ambas corrientes no suponen ni más ni menos que la plasmación de la doble finalidad propugnada por Luzán: utilidad y deleite.

3.1. Grupo madrileño: García de la Huerta, Nicolás Fernández de Moratín, Leandro Fernández de Moratín, los fabulistas Iriarte y Samaniego

3.2. Grupo salmantino: Cadalso, Jovellanos, Meléndez Valdés.

3.3. Grupo sevillano: Marchena, Arjona, Reinoso, Blanco-White, Lista y Quintana.

3.4. Otros poetas: Trigueros, Corner y Cienfuegos.
















2. LA POESÍA EN EL SIGLO XIX : ROMANTICISMO


       En esta etapa aún pervive la lírica de corte neoclásico ( Quintana y Cienfuegos), una poesía que va hacia lo romántico (el duque de Rivas), la poesía romántica (Espronceda, Zorrilla y Campoamor) y el posromanticismo (Bécquer y Rosalía de Castro).

            Recordemos las características generales del movimiento presentes en todos los géneros:
           
Ø  CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL
Siguiendo el sistemático trabajo de R.Navas Ruiz destacamos como los principales rasgos de nuestro romanticismo:
·                          TEMAS :
-       La historia. Es casi siempre de tema nacional.
▫▫ La época preferida fue la Edad Media : se revaloriza el romancero (provocada por la admiración extranjera);  se revivió el ambiente caballeresco con sus damas y trovadores; se trata el tema de los templarios; el mundo árabe alcanza una importancia especial, no como algo exótico, sino propio.
▫▫ También se acudió a la historia de los Siglos de Oro. Interesaron los Reyes Católicos como creadores de la grandeza española y también personajes de la literatura y la política como Garcilaso, fray Luis de León y Quevedo.
▫▫ No fue cultivada la historia extranjera con la excepción de algunas obras de Zorrilla y de Martínez de la Rosa. Ni siguiera atrajo la historia hispanoamericana, lo que muestra el nulo interés romántico por aquellas tierras.

-       Los sentimientos.
▫▫ El amor: es uno de los valores clave para los románticos. Es un amor desatado, furioso, ciego; síntoma de que el artista pierde el contacto con lo real. Aparece bajo dos formas: la sentimental (que conduce a una sensación de melancolía, tristeza íntima, ensueño irrealizable ) y la pasional (que rompe con todas las convenciones y conduce al desengaño o al final trágico). Entre ambos aparece también un amor más convencional, sabio e interesado, que usa la cabeza y no el corazón.
Surge un nuevo papel de la mujer: en general suele aparecer como ideal, como “ángel de amor”, inocente, hermosa, fuente de ilusiones que lleva a la felicidad y virtud; o como ser perverso, un demonio y vengativa que arrastra la muerte o la destrucción. También aparece la mujer que sucumbe a los rigores del amor y la sociedad y la mujer compañera, la que reclama el derecho a ser feliz.
▫▫ La religión: que se presenta como sentimiento: el dios católico es a veces como los dioses clásicos, un dios inconcreto y universal al que se dirige el escritor cuando busca consuelo, apoyo en su dolor; pero también aparece la rebeldía contra Dios, que ha hecho al hombre desgraciado. La rebeldía trajo consigo la reivindicación del diablo o el satanismo, como el Diablo mundo de Espronceda. La religión como institución atrajo también la atención, se condena la Inquisición, las intrigas de las órdenes religiosas… Por otro lado aparecen los problemas contemporáneos; la desamortización eclesiástica, la alianza de curas y carlistas, la quema de los conventos, etc. Pero al tiempo, existe una valoración de la belleza de los templos medievales y una exaltación de algunas devociones populares
▫▫ La vida es un mal: el pesimismo lo envuelve todo. El desprecio por la vida los lleva a buscar aventuras heroicas, donde se puede perder. El hombre que sueño con la eternidad y el absoluto choca con una realidad mezquina que siempre se apoya en la futilidad del hombre. El alma romántica está atormentada, triste, enferma, busca un ideal inalcanzable. La inadaptación y la soledad son sus compañeras. El mal del siglo es el cansancio de vivir.
▫▫ La muerte: es la libertadora, la que trae la paz al alma atormentada, la suprema serenidad, es la gran amiga de los románticos. Sobre la tumba, el ciprés y la luna ponen una nota de reposo y encanto, por ello, incluso se busca el suicidio.

-       Los conflictos sociales. Es escritor romántico es comprometido, consciente de su misión social. Denuncia y amenaza. Añora una patria más pura y muestra a los demás lo que no pueden ver, el ideal.
▫▫ Se proclama la libertad: como eje de la vida pública y privada.
▫▫ Se exalta el ideal burgués y liberal: se critica el absolutismo monárquico. Se cree que el pueblo es origen y depositario del poder. Pero se prefiere el yo a la colectividad y se admira a tipos rebeldes, marginales como el bandolero, el pirata, el borracho y el mendigo.
▫▫ Se promueve el humanitarismo: se siente compasión por el deforme, se clama contra la pena de muerte.
▫▫ Concepción nacionalista: que provoca el nacimiento del costumbrismo y del regionalismo.

·                          CONSTANTES TÉCNICAS
-       El entorno.Son los románticos muy inclinados a cuidar los fondos escenográficos, cuidan con detalle el lugar de la acción. Prefieren el color local, un gusto por lo particular y determinado frente al universalismo neoclásico.
Dos son los escenarios preferidos: la naturaleza (salvaje: bosque, montaña, mar bravío, preferencia por el cementerio, tumbas abandonadas o ruinas con hierbas trepadoras, símbolos del triunfo de la naturaleza sobre el hombre) y la ciudad: artística, cargada de historia y tradición. En las ciudades se revaloriza lo sencillo y lo humilde.
De los temas  y  estaciones prefieren la noche, a veces preside las escenas de amor, con la luna amiga y confidente, y otras se puebla de fantasmas, espectros y terror; la primavera, estación de las ilusiones y del amor primero, de los sueños de gloria, y el otoño símbolo del desengaño y la derrota.

-       La fantasía. Renace en el romanticismo por la tendencia de los escritores a romper los límites estrechos de la realidad y a  usar la imaginación. El choque con la realidad hostil provoca el desencanto romántico. La fantasía entra de varias maneras: a través de lo misterioso y lo sobrenatural, a través del sueño o la visión que se suele acompañar de espectros, fantasmas, demonios, imágenes infernales …Se buscan situaciones ambiguas, zonas confusas, donde se pierde el límite entre lo creíble y lo increíble.

-       Los personajes. Más que personajes crean tipos, planos, con una caracterización determinada. El héroe es un personaje apasionado, orgulloso, enamorado, escéptico, caballeroso y noble. Sus profesiones son varias: trovador, poeta, galante y soñador… El anti-héroe es el traidor cruel, tirano frío, insensible, despiadado, la autoridad inflexible y ciega, ya el padre, ya el noble, el intrigante que busca el beneficio a costa de los demás. Es muy importante en la actuación del personaje romántico el gesto. Se prefieren personajes marginales: el reo de muerte, el verdugo, el suicida, el mendigo, el pirata, el ermitaño. El costumbrismo contribuyó a formar arquetipos, más que personajes.

-       Subjetivismo. En las obras se expresa el alma exaltada del autor, cuyas ansias infinitas chocan con los límites que les supone la realidad.

-       Fuga del mundo circundante. El choque entre lo que el romántico desea y lo que al mundo le permite, produce un insufrible desaliento, que o bien conduce al suicidio o a una evasión de la realidad, mediante el refugio de la imaginación en épocas pretéritas (medievales o renacentistas).

-       Oposición a toda norma. En la creación artística (frente  a los neoclásicos) mezclaron los géneros; combinaron verso y prosa en muchas obras; variaban los metros dentro de los poemas; y, en novelas y dramas, volvieron a reunir lo cómico y lo dramático, según la antigua práctica de Lope.


·                          EL LENGUAJE. Los rasgos principales son:
-       Se cambia la moda de designar los fenómenos naturales y humanos (viento sustituye a Eolo y amor a Venus), los nombres propios son más comunes que en el siglo XVIII.
-       Se rechaza la distinción entre palabras nobles y plebeyas, palabras que se pueden o no se pueden usar, toda palabra puede entrar en el texto si es necesaria.
-       Se sustituye el ideal de precisión lógica por el de colorido y expresividad. Hubo predilección por palabras que se repiten con insistencia: lúgubre, fúnebre, ciprés, negro, pliegues del viento, son, raudo torbellino, sonrisas infernales, profundas fosas, ensueños fatídicos
-       Lo que más define el nuevo estilo es el énfasis como fundamento de la expresividad, que se observa en la abundancia de interrogaciones, exclamaciones, antítesis violentas tras puntos suspensivos, hinchazón retórica. Predomina la ironía, la burla de la propia obra asombrando así al lector.
-       Se atacan los modismos, las palabras exóticas y se aboga por un estilo castizo y español. Fueron los románticos muy conscientes de los problemas del idioma. Les preocupan dos problemas: el purismo y la deformación provocada por los galicismos y las traducciones.

Ø  TEMAS Y FORMAS DE LA POESÍA ROMÁNTICA
La exaltación del “yo”, el intimismo y el desbordamiento afectivo encuentran su máxima realización en el lirismo.
Los poetas románticos dan salida a su frenesí vitalista ya sus frustraciones, cantan sus esperanzas y desengaños amorosos, proclaman su dolor de vivir y exhiben, hasta la gesticulación, su melancolía o su hastío.
Las descripciones son abundantes, y los sentimientos encuentran marco adecuado en la noche, los lugares apartados, los cementerios, el mar embravecido, la tormenta  
También adquiere especial desarrollo la poesía narrativa, frecuentemente inspirada en temas históricos, legendarios o exóticos (sobre todo, orientales). Con todo, no puede trazarse una frontera precisa entre lo narrativo y lo lírico: el lirismo lo impregna todo.
En lo formal se advierte el desprecio por la creación meditada, pulida. Al contrario, se endiosa la “inspiración”, la espontaneidad. Con ello se consiguen tonos sinceros, auténticos; pero, como contrapartida, la falta de contención hace inevitables las impurezas: trivialidades, expresiones de relleno, excesos retóricos que hoy nos parecen rozar en lo ridículo.
En la versificación, los románticos realizaron una notabilísima ampliación d formas. Sus ideales de libertad, una vez más, explican que no se contentaran con los moldes métricos más utilizados: rehabilitaron formas casi olvidadas (como el romance) y, sobre todo, crearon muchas otras. Acudieron a nuevos ritmos acentuales e inventaron nuevas combinaciones de versos, con un marcado gusto por los poemas polirrítmicos. Con un gran sentido musical, lograron variadísimos efectos, sea vaporosos, sea retumbates. La métrica romántica es un claro antecendente de la modernista.


Ø  AUTORES ROMÁNTICOS ESPAÑOLES
1.   EL DUQUE DE RIVAS.
La más importante producción lírica del Duque se halla en torno a sus Poesías, libro en el que, junto al espíritu y formas de la época neoclásica (temas amorosos en letrillas, romances y pastorales) aparece un romanticismo de fondo. La producción lírica anterior, escrita en Sevilla y Nápoles, no muestra la misma calidad y hondura que su poesía del destierro.
2.   JOSÉ ESPRONCEDA.
Es la gran figura de la lírica romántica. Fue una persona independiente y temperamental; su radicalismo intelectual y político le llevó a asumir los postulados generales del romanticismo. La rebeldía  no fue para él un tema literario o una elucubración filosófica, sino la respuesta personal a un mundo y a una sociedad con los que no estaba de acuerdo. Por eso, cuando la idea de rebeldía aparece de una forma u otra en sus escritos, sabemos que el poeta nos está comunicando, además de una idea, una experiencia personal.
En la trayectoria poética de Espronceda se observa una primera etapa literaria que comienza en 1823 y termina aproximadamente en 1830, cuya obra más representativa es El Pelayo.
La etapa fundamentalmente romántica la marcan, sobre todo, sus dos poemas mayores: El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, pero también, algunos poemas amorosos (“A una estrella”, “A Jarifa en una orgía”); las canciones (“La canción del pirata”, “El canto del cosaco”, “El mendigo”, “El reo de muerte”, “El verdugo”).
Su valor literario es muy desigual. Desde el punto de vista formal es notable la innovación métrica que suponen la agilidad del ritmo, la música del verso y la adecuación de la polimetría y tipo de estrofa al contenido.
·                          El estudiante de Salamanca. Esta obra llamada “cuento”, está dividida en cuatro partes, en las que se integran elementos narrativos, líricos y dramáticos. Formado por 2000 vv. Polimétricos.
La Parte 1ª sirbe para presentarnos el contexto espacial y temporal (Salamanca, media noche). Tras una riña, un hombre se desvanece con un ¡ay! Entre las sombras. Después de una brusca ruptura se nos presenta a don Félix de Montemar y, más tarde a Elvira, a la que un día amó Don Félix.
En la Parte 2ª se cuenta en romance histórico los pasados amores de Don Félix y Elvira en estrofas de hondo lirismo; y la muerte de Elvira.
En la Parte 3ª se presentan cuatro escenas que explican el primer episodio: don Diego, hermano de Elvira trata de vengar a su hermana y desafía a don Félix, pero éste le da muerte y desaparece en la oscuridad.
En la Parte 4ª, el matador huyente, se encuentra con una figura de blancas ropas. Sigue tras ella, y se encuentra, de repente, envuelto en un remolino de calaveras y seres de ultratumba. Pronto descubre horrorizado que la misteriosa figura es el esqueleto de Elvira con la que se desposa en una ceremonia macabra. La figura lo abraza y lo mata. Las tres octavas reales que cierran el poemas significan la vuelta a la realidad, al bullicio de la ciudad.
·                          El diablo mundo. Se compone de una Introducción y seis Cantos. Lo mejor de la obra es el Canto II, el famosísimo “Canto a Teresa”.
3.   JOSÉ ZORRILLA.
La obra poética de José Zorrilla representa, junto con la de Espronceda, la cota más alta de la poesía romántica. No se ha prestado demasiada atención al Zorrilla lírico, sin embargo, la variedad lírica del vallisoletano es enorme yen sus composiciones encontramos: armoniosa musicalidad de los versos, cromatismo luminoso y una asombrosa habilidad en el manejo de la versificación.
4.   BÉCQUER
·                          Las Rimas constituyen la obra lírica de Bécquer.
Se dividen en cuatro bloques temáticos:
-       Rimas sobre la creación poética. (I-IX). En las primeras se concibe la creación poética, en primer lugar como lucha permanente entre las ideas y sentimientos y su expresión. En segundo lugar, dedica algunas rimas a resaltar la existencia intrínseca de la poesía, antes que existieran los poetas. En tercer lugar, la poesía es sentimiento. La poesía becqueriana es poesía del sentimiento, cauce para la expresión del sentimiento, en particular el sentimiento amoroso.
-       Rimas sobre el amor afirmativo y esperanzado. (X- XXIX) Bécquer contempla el amor a través de la naturaleza, pero lo más importante es que se trata de un amor ideal: su amada no tiene nombre; es una mujer incorpórea, intangible. Siempre se trata de un amor fugaz. El sentimiento amoroso no responde al encuentro de dos personajes físicos, sino a la unión de dos almas. En algunas rimas expresa el autor su deseo de fusión total con la amada.
-       Rimas sobre la ruptura y el amor perdido. (XXX-LIV) La expresión de dolor aparece mezclada siempre con el desengaño amoroso a causa de una ruptura. El poeta no soporta fácilmente el despecho amoroso y la traición. Pero aparecen una forma de atenuación del dolor, un dolor esperanzado que siempre se apoya en la memoria.
-       Rimas sobre la angustia y la presencia de la muerte. (LV- LXXXIV) El olvido y la soledad son para Bécquer los signos más patentes de la presencia de la muerte. La angustia se plasma con fuerza en algunos poemas. La ruptura con la amada, la soledad y la angustia de vivir llevan al poeta en ocasiones al deseo de la muerte.
El estilo de las rimas se caracteriza por mostrarnos cómo no son imprescindibles la exuberancia y la riqueza lingüística para obtener hondura e intensidad en la creación poética. Si la sencillez es uno de los rasgos esenciales de esta poesía, no carece de algunos recursos expresivos muy característicos:
-       el paralelismo con el fin de intensificar el sentimiento y de ordenar y equilibrar la composición poética.
-       las enumeraciones que crean un intenso movimiento y una gran expresividad.
-       las anáforas
-       las acumulaciones de imágenes que crean una gran tensión.
-       oraciones exclamativas e interrogativas debido al tono esencialmente emotivo y que, por lo general, forman un clímax de cada poema casi siempre al final.
-       los puntos suspensivos hacen que las ideas y los sentimientos queden inconclusos, que el ritmo del discurso ser refrene o que alcance un sentido sugerente la palabra que sigue.
-       el encabalgamiento como método para resaltar las palabras que forman la ruptura de la pausa versal, y como recurso rítmico.
-       El hipérbaton achacable a la necesidad del ritmo y la rima.
-       Todas las rimas, excepto seis, están escritas en 1ª persona, lo que da idea de la importancia temática del yo. En ocasiones el poeta apela al tú ausente que se identifica con la amada o con el lector.
-       Se mueve en el campo semántico de lo abstracto y lo evanescente.
-       Las comparaciones son casi siempre sencillas.
-       La antítesis, con la función de resaltar o subrayar ciertos momentos de gran tensión emotiva.
-       En cuanto a la versificación destacamos su brevedad y el que entre las formas estróficas el cuarteto sea el más utilizado. Pero las Rimas  es una obra polimétrica. Predomina la rima asonante en los versos pares, dejando sueltos los impares, al estilo de los viejos romances populares.


5.   ROSALÍA DE CASTRO
La obra poética se inicia en castellano con La flor y A mi madre. Cantares gallegos es su primera obra escrita en su lengua natal. Utiliza un lenguaje marcadamente dialectal de su zona compostelana con vacilaciones morfológicas y léxicas y abundantes castellanismos.
En Follas novas nos revela su mundo íntimo aproximándose a las fórmulas del romanticismo alemán, especialmente a Heine. Esta poesía se integra en la “temática existencial” y una rara precisión léxica. Se da una visión de la vida como vocación de dolor y como anhelo y renuncia a toda posibilidad de comunicación.
Especial interés tiene el papel de Rosalía como innovadora, quizás inconsciente, de la métrica. Apoyándose constantemente en la asonancia para dar vivacidad y sencillez al poema, emplea combinaciones desusadas, como la combinación de versos octosílabos con otros de once, diez y catorce sílabas, o las tiradas de alejandrinos monorrimos en asonante, que se anticipan al modernismo en una armonía de quiebros rítmicos muy originales.





















COMENTARIO DE: “LA CANCIÓN DEL PIRATA”  DE   ESPRONCEDA

  1. ANÁLISIS DEL CONTENIDO
1.1.      TEMA
                 El  eje significativo del poema es la libertad e independencia del pirata, que convierte su propio yo en centro del universo, al proclamarse a sí mismo origen de toda norma reguladora de su conducta.
                 Este concepto de la libertad es el que determina la elección de los elementos constitutivos del poema: la estructura general y la forma métrica; la naturaleza del protagonista y las imágenes poéticas; ciertas características del lenguaje.
1.2.      ESTRUCTURA INTERNA
Está constituido en dos partes: la presentación en 3ª persona y el monólogo-canción, que convierte al pirata en intérprete o emisor de su propia interioridad.
Los indicadores de la diferencia entre una y otra parte son de diversa naturaleza: métricos, morfosintácticos, tonales, incluso gráficos.
En el estribillo se identifican cuatro conceptos o abstracciones con cuatro seres concretos, definiendo así sintéticamente lo que esas cuatro abstracciones significan en la vida de todo hombre:
1)     tesoro, como medio de vida propio.
2)     libertad, como bien supremo y absoluto
3)     ley, como fuerza conductora
4)     patria, como espacio vital.
1.3.      ANÁLISIS DEL PERSONAJE
El protagonista del poema es un marginado social por propia decisión que arriesga a diario su vida con tal de vivir en libertad. El rechazo de toda ley social por conseguir una nueva forma de dignidad humana lo convierte en prototipo del hombre romántico que lucha por un mundo más libre y más justo. El poema rezuma una sinceridad tal que sólo pudo escribirlo alguien que defendió la libertad con las armas en la mano.
El pirata fue elegido como símbolo de rebeldía por muchos románticos europeos. El atractivo de su figura reside en su actitud vital y en el tipo de vida que la encarna.
Su concepto del hombre y del mundo se manifiesta particularmente en su actitud ante la muerte, que no aparecen en el poema como forma de desesperación y de protesta (cosa que sí ocurría con el protagonista de Don Álvaro), sino como el precio de la libertad, cuyo pago se acepta pero se retrasa cuanto sea posible.


  1. ANÁLISIS DE LA FORMA
2.1. ESTRUCTURA EXTERNA
La forma métrica se caracteriza por la polimetría, que marca el cambio de ritmo de la canción. Ésta vuelve periódicamente al estribillo, que, como ya quedó claro en la lírica tradicional, es el núcleo del poema, la síntesis de su contenido.
2.2. CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE
Ciertas características del lenguaje contribuyen a destacar diferentes aspectos de la idea central.
·                          Al carácter enérgico y decidido del pirata y a los planteamientos claros y simples de un hombre sencillo responde un lenguaje dinámico, claro y directo que puedes observar en:
-       la escasa adjetivación,
-       la concisión y simplicidad sintáctica,
-       la sencillez del léxico,
-       el uso de verbos y sustantivos que significan movimiento,
-       la autovaloración (reiteración de referentes de 1ª persona),
-       en las amenazas.
·                          La ruptura como consecuencia del principio de libertad se manifiesta también en el uso de contraposiciones diversas, por ejemplo, en el uso de léxico antitético (aquí-allá), en la respuesta que se da a ciertas amenazas, en ciertos significados que se excluyen entre sí, etc.








                   

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